Té Negro
Llamamos té negro a la variedad de tés que tiene un grado de oxidación del 100%. Esto se debe a que durante el proceso de elaboración se rompen las células de las hojas, provocando una reacción química con el oxígeno del aire, dando como resultado un color negruzco o amarronado en las hebras. Dado esto, podemos identificar en una primera impresión al té negro, por el aspecto de sus hebras secas.
Al beber té negro, nos encontramos con un licor de carácter más intenso que un té blanco o un té verde. En algunas variedades podemos percibir notas ahumadas, a madera, tabaco y cacao; en otras, abundan las notas florales, de frutas rojas y de frutas pasas. Podemos deleitarnos con una amplia variedad de té negro con perfiles muy diferenciados entre cada tipo aunque pertenezcan a un mismo grupo, debido a la variedad de terruños a donde se elabora.
Modo de empleo:
Preparamos el té negro a una temperatura de 75º C a 95ºC y el tiempo que deben permanecer las hebras en contacto con el agua, o tiempo de infusión es de 3’ a 4’. Concluido este tiempo sólo resta disfrutar.
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